Si el plan A de apagar el móvil no funciona, te proponemos un plan B

Abundantes estudios han advertido que la luz azul que emiten nuestros dispositivos electrónicos afectan al funcionamiento de nuestro cerebro. Pese a todo, muchos son los que aún no pueden eludir la tentación de irse a la cama con la tablet, el móvil o bien el portátil con el objetivo de ver un capítulo más de Juego de Tronos o bien comprobar sus redes sociales ya antes de irse a dormir.

Ahora, una nueva investigación elaborada por la Universidad de de Houston no solo confirma lo que se sabía, sino han valorado cuantitativamente los daños que genera la luz azul en nuestras rutinas nocturnas. Y los resultados son tajantes.

Mas antes de nada, hemos de ser siendo conscientes de que la luz azul no es intrínsecamente peligrosa. La recibimos de forma natural del Sol diariamente, cuestión que deja a nuestro organismo acrecentar el estado de alarma y regular de manera eficaz nuestro ‘reloj biológico’. Esto último se genera merced a la activación de unos fotorreceptores situados en los ojos conocidos como células ganglionares intrínsecamente fotosensibles, las que se hacen cargo de eliminar la producción de melatonina (la hormona que regula nuestro ciclo del sueño).

El inconveniente es el mal empleo que hacemos de esta clase de luz. Estar a lo largo de dos horas o bien 3 enganchado a la tablet o bien a Netflix genera un agravamiento trágico de tu reposo puesto que estos dispositivos tienen la capacitad de activar exactamente los mismos fotorreceptores y generar un efecto afín al que provoca el Sol en tu organismo.

Un truco para eludir este efecto indeseable
Los estudiosos de la Universidad de Houston no solo confirmaron que la luz azul es un inconveniente para nuestro reposo, sino hallaron una posible solución. Para esto, reclutaron a veintidos voluntarios, a quienes facilitaron unas lentes que bloquean esta clase de luz. Los participantes, que fueron controlados a lo largo de todo el experimento, las emplearon 3 horas ya antes de irse a dormir con sus dispositivos electrónicos a lo largo de un par de semanas. Al cotejar los resultados con los datos anteriores, los científicos observaron que el empleo de lentes con filtros singulares aumentó la producción de melatonina en un cincuenta y ocho por ciento . Es más, ciertos voluntarios tomaron suplementos extras de melatonina, logrando prosperar el porcentaje de sus compañeros.

Conforme Plana Ostrin, coautora de la investigación, “la conclusión más esencial que aporta el estudio es que estar expuesto a la luz azul de noche reduce de forma notable la calidad de nuestro sueño”.

Conque bien sabes, si no eres capaz de abandonar a tus rutinas nocturnas y apagar el móvil, lo mejor es que te hagas con unas lentes que filtren la luz azul.

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