Para satisfacer plenamente a un cliente es necesario conseguir que su experiencia en nuestro restaurante sea excepcional en todos los sentidos. Y esto no se logra únicamente con una comida bien cocinada, hay que cuidar al máximo todos los detalles: el servicio, la decoración, la iluminación y, por supuesto, también la presentación del plato. Y dentro de la presentación del plato, además de la disposición de los distintos alimentos, juega un papel básico la vajilla que utilicemos.
La pizarra: una de las últimas tendencias de vajilla
Innovar en cocina no es sólo una cuestión deseable, sino que es casi imprescindible para poder destacar en un sector con tanta competencia como es la hostelería. Por este motivo, los mejores chef del mundo no son conservadores, sino que se reinventan constantemente, tratando de ofrecer nuevas experiencias a los comensales, aunque solo sea mediante la modificación de pequeños detalles.
La originalidad no es una cuestión exclusiva de los sabores que configuran un plato o la forma de cocción de sus ingredientes. También se puede innovar en la presentación de un plato y en la vajilla, que es la base sobre la que mostramos, con todo el esplendor posible, nuestras creaciones a los comensales.
En los últimos tiempos se han puesto de moda los platos de pizarra por diversos motivos:
- Los platos de pizarra son elegantes, sobrios y neutros, unas cualidades muy apreciadas por la mayoría de clientes.
- El color negro realza muchísimo la presentación de cualquier tipo de plato, incluidos (y puede que especialmente) los postres.
- La pizarra queda muy bien no solo en platos, sino también en bandejas, torres de postres y hasta posavasos.
EL proceso de fabricación de la vajilla de pizarra consiste básicamente en recibir la piedra sin tratar, procedente de la cantera, normalmente cortada en láminas de unos 5 ó 6 milímetros de grosor. A partir de aquí, con diversas maquinarias y herramientas se le da el tamaño y formas deseadas.
La importancia de la vajilla
Además de tener una buena apariencia estética, una vajilla debe facilitar el trabajo de los profesionales del restaurante, bar o cafetería, siendo sencilla de manejar y fácil de higienizar. Además, una vajilla debe tener una alta resistencia térmica y mecánica, características que cumple la vajilla de pizarra, pues se trata de un material resistente y sin porosidades que puedan dificultar su limpieza.
Otra cuestión a tener en cuenta, tanto si se trata de una vajilla de pizarra como de otro material, es asegurarnos de que cuenta con una colección amplia y que no vamos a tener problemas para su reposición.
El secreto del éxito de un negocio de hostelería se encuentra en el cuidado de factores como la selección de la vajilla, de importancia básica para darle un toque especial al plato y sorprender al cliente.
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