Los problemas de beber agua demasiado fría

Tengamos claro que beber agua como solución para mantener el cuerpo hidratado es una práctica primordial y saludable. Sin embargo, esto no significa que podamos consumirla de cualquier manera, en este caso demasiado fría.

El cuerpo humano, es caliente, por ende no está preparado para digerir el agua a una temperatura muy baja, trayendo consecuencias de camino.

Más en épocas de verano, momento en el que es casi imposible contenerse a un refrescante vaso de agua con hielo. No obstante, existen consejos y precauciones para consumir este líquido vital que siempre deben estar presentes.

Nuestro organismo, y en particular nuestro estómago, posee una temperatura interna que debe alterarse lo menos posible. El ser humano es homeotermo y endotermo. Ello implica que, a pesar de que existan variaciones en la temperatura ambiental, la producción de calor interna tiende a ser estable.

En este sentido, cuando tomamos alimentos demasiado calientes o fríos, el impacto térmico puede obstaculizar el trabajo del aparato digestivo, que deberá afrontar una sobrecarga.

Y aunque hay personas que tienen este hábito, es necesario estar conscientes de los efectos negativos que pueden surgir: no haberlos padecido antes no significa que seamos inmunes a ellos.

Consecuencias para el aparato digestivo

  • Agua fría durante las comidas: Esto puede provocar severos dolores de estómago. Especialmente, cuando entra en contacto con alimentos que tienen a expandirse, aumentando el volumen del estómago, que puede precisamente acabar hinchándose. Además, los alimentos grasos tienden también a solidificarse al ser mezclados con agua fría, lo que dificulta el proceso de digestión.
  • Beber agua fría después de las comidas: Esto puede traer consecuencias más graves que la anterior, ya que cambiamos la temperatura del órgano justo en el momento en el que se inicia la digestión. El proceso se puede así ralentizar y complicar causando, en algunos casos, reflujo gastroesofágico.
  • Hábito recurrente en verano: Los problemas que causa beber agua fría pueden, incluso, aumentar en verano ya que al tender a consumir más cantidad de agua en este estado se diluyen los ácidos del estómago con la consiguiente ralentización de las funciones digestivas.

Agua fría, sinónimo de deshidratación

Agua tibia con limón

Lo sé, parece halado de los cabellos y una contradicción increíble. Pero lo cierto es que la temperatura demasiado baja del agua puede llevar a la deshidratación.

Todo se debe a que su absorción es más difícil para el organismo.

Ojo, no estamos hablando de deshidrataciones extremas, pero sí se pueden manifestar algunos problemas como cansansio, falta de concentración, irritabilidad y nerviosismo.

Otras preocupaciones a considerar

  • Desaconsejada para personas con dientes y encías sensibles.
  • Causa irritación en la garganta y otros problemas respiratorios.
  • Vuelve la mucosa nasal más viscosa.
  • Puede altera las frecuencias cardíacas y relentizar el corazón.

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