Los deportes y la fatiga

Por el hecho de que pierdes hidratos de carbono guardados en forma de glucógeno en el organismo y pues te desecas. Estas son las causas determinantes por la que, tras una actividad intensa, nos sentimos cansados, conforme un informe efectuado por Radio Salil en cooperación con Car San Cugat.

En este intercambio energético es de vital relevancia una molécula llamada adenosín trifosfato, ATP. El inconveniente es que nuestro organismo tiene poquísima, apenas un dos o tres por ciento . De lo que se trata es de crearla y guardarla.

Existen múltiples motores para ocupar de ATP el cubo de la energía. La vía más esencial son los hidratos de carbono. Nuestra dieta ha de estar compuesta, por lo menos, en un cincuenta por ciento por ellos pues es la manera más pura de energía. Desde la glucosa que dan, se comienza una senda metabólica que lleva por nombre glucólisis y se genera ATP de una manera rapidísima.

Los hidratos de carbono se guardan poquísimo. Y lo hacen en el músculo, en el hígado –regula la glucemia sanguínea a fin de que el cerebro no se quede sin glucosa– y en pocos tejidos más. “El glucógeno no es más que una molécula condensada de glucosa, se halla en los músculos y se encuentra en primera línea de batalla cuando la necesidad energética es muy elevada”, conforme el doctor Pedro J. Benito, titular de la Capacitad de Ciencias de la Actividad Física y Del Deporte (INEF-la capital de España), de la Universidad Complutense de la capital española. Nuestras reservas apenas llegan al diez o el veinte por ciento de la energía que se requiere.

Mas, aparte de la glucosa, está la oxidación. Asimismo podemos oxidar ácidos grasos. El sobrante de energía se guarda en el organismo en forma de grasa debido a que ocupa poco lugar. La condesamos en moléculas que se amontonan esencialmente en cintura y caderas. Supone un ochenta y nueve o bien noventa por ciento de la energía que precisamos está guardada en forma de grasa.

Podemos marchar con energía pura, con hidratos de carbono o bien con grasas. Y siempre y en toda circunstancia están en marcha los 3. El atleta tira de una o bien otra dependiendo de la emergencia de la demanda energética. Si la necesidad es poca, emplea una fuente de baja rentabilidad. Si la requiere de manera inmediata asiste a por un triglicérido al tejido y lo transforma en energía. Mas si aparte de precisarla con inmediatez asimismo demanda mucha, usaré las vías más veloces que son las formas pura de ATP o bien la glucólisis anaeróbica.

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