Facturas es el nombre genérico con el cual se nombra en Argentina a la gran variedad de masas dulces que fueron introducidas por la inmigración europea que se instaló en la región del Río de la Plata, y que con el tiempo fueron adaptadas al gusto de la región.
Hoy forman parte de los bocados recurrentes de la gastronomía de Argentina. Son comunes para acompañar el mate cocido, el cafe con leche o durante la ronda de mates y pueden estar rellenas con dulce de leche, crema pastelera, membrillo, y azúcar en todas sus variedades.
También tenemos las clasicas medialunas, que no pueden faltar por las mañanas en los cafés de Buenos Aires. Si estas yendo al trabajo, o sólo paseando por la ciudad, si prestas atención, escucharás: – Mozo, tráigame un café con leche con dos medialunas!
Y las facturas no podrán faltar en la merienda de los chicos. Si salen del colegio, o están jugando con amigos… Cuando se acerquen las 5 de la tarde, mamá gritará: a tomar la leche!!! Y si son afortunados, habrá vigilantes,cañoncitos o tortitas negras, esperando ser devoradas por los hambrientos niños.
Cualquier excusa es buena, para tomarse un mate y comerse unas facturas. Pero las reuniones familiares de los domingos, son un clásico. Esos almuerzos que duran horas y horas y después de almorzar cuando ya pensamos que tenemos que aflojar dos agujeros nuestro cinturon, llegan las facturas y macitas, para ser protagonistas y acompañarnos en nuestras charlas, e historias de aventuras.
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