En el Día Mundial de la Visión el Garrahan resalta la importancia de la detección temprana de cataratas en la infancia

En el marco del Día Mundial de la Visión, el servicio de Oftalmología del Hospital Garrahan subrayó la relevancia de la detección temprana de cataratas en la infancia, ya que esta patología constituye la principal causa de ceguera en los niños. El diagnóstico y tratamiento oportuno son fundamentales para asegurar el desarrollo visual adecuado y prevenir complicaciones a largo plazo.  

La catarata, caracterizada por la opacidad o pérdida de transparencia del cristalino, impide el desarrollo visual en los menores, lo que puede llevar a la ambliopía. Esta condición afecta a 72 de cada 100 mil niños, siendo más prevalente en países en desarrollo. Así, el Hospital Garrahan, reconocido como un centro de alta complejidad, opera alrededor de 20 pacientes mensuales que llegan derivados de distintos puntos del país.  

La jefa del servicio de Oftalmología, Viviana Abudi, destacó que, aunque la catarata es común en adultos por el proceso de envejecimiento, su aparición en niños no es normal. Por ello, enfatizó la importancia de un trabajo coordinado con pediatras para garantizar que los pacientes realicen los controles oftalmológicos pertinentes. “Es fundamental chequear que los pacientes tengan los controles oftalmológicos y, en caso de cirugía, acompañar en el proceso posoperatorio, que demanda una rehabilitación compleja”, agregó.  

Los especialistas recomiendan que el primer control oftalmológico de un niño sano se realice en los primeros meses de vida, seguido de una evaluación a los seis meses y otra al año. A partir de ese momento, los controles deben realizarse cada dos años hasta el inicio de la escolaridad. Luego, se aconseja un chequeo anual debido al aumento en la exposición a las pantallas.  

Celeste Mansilla, especialista en cataratas del Garrahan, señaló que el pronóstico visual de los niños mayores y adolescentes es generalmente más favorable que el de los más pequeños, quienes son más susceptibles a desarrollar ambliopía. “El momento de la cirugía y la rehabilitación son claves”, enfatizó, indicando que la ambliopía se presenta hasta los cinco o seis años. Abudi agregó que “la clave es operarlo a tiempo para que recupere la visión. Si nace con catarata, se recomienda hacerlo entre el segundo y tercer mes de vida. No es una emergencia, pero sí una urgencia médica”.  

Asimismo, se identificó que el tipo de catarata más prevenible es la traumática, común en niños mayores. Esta puede evitarse mediante la supervisión durante los juegos y el uso de protección en actividades deportivas de riesgo. En este sentido, la prevención juega un papel crucial en la salud visual de los más pequeños, reforzando la necesidad de educar a los padres sobre la importancia de los controles oftalmológicos.  

La celebración del Día Mundial de la Visión resalta la vital importancia de la detección temprana de cataratas en la infancia. Con un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno, se pueden prevenir las consecuencias de esta patología y garantizar un desarrollo visual saludable en los niños. La colaboración entre pediatras y oftalmólogos resulta esencial para abordar este desafío y asegurar el bienestar de los más pequeños en el territorio porteño y más allá.

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