Avances médico contra los infartos

El infarto agudo de miocardio se genera como consecuencia de una falta de riego sanguíneo, con daño tisular, en un área del corazón debido, en general, a la obstrucción de una de las arterias coronarias por un coágulo. Desgraciadamente, es la primordial causa de muerte en el planeta, las que “se cobran diecisiete con tres millones de vidas por año” conforme la OMS. Por suerte, los avances en cardiología semejan proseguir on-line recta para una adecuada y eficiente prevención del ataque al corazón. En la última conferencia de Biología Cardiovascular del Imperial College de la ciudad de Londres festejada el mes pasado de marzo, estudiosos de la Universidad de Lund en Suecia han anunciado una nueva vacuna que podría asistir a prevenir los ataques de miocardio.

El secreto de la vacuna, que podría dispensarse en aerosol o bien vacuna, es el medicamento que contiene. Este dispone de un anticuerpo (BI-doscientos cuatro), el que se hace cargo de alentar el sistema inmunológico del organismo, para de esta forma poder generar anticuerpos que impidan la acumulación de grasa en las arterias que es lo que predispone al organismo a un ataque de miocardio. La meta de los tratamientos farmacológicos actuales se fundamentan en procurar reducir los niveles de colesterol y tener controlada la presión arterial, mas esta vacuna aporta un ‘extra’ nuevo de gran importancia: puede reducir la acumulación de grasa de las arterias en un setenta por ciento (en los primeros ensayos en ratones). Estos depósitos de grasa que se forman en las arterias coronarias, hace que estas se estrechen e inclusive se cierren, lo que implica que nuestro organismo deberá trabajar bombeando más sangre, acción que puede provocar un ataque al corazón.

La vacuna, clasificada como CVX-doscientos diez, está en la actualidad en desarrollo por CardioVax y ha entrado ya en el proceso de aprobación regulativa con la meta de poder comenzar los ensayos clínicos. Por su lado, su formato en spray nasal ‘bautizado’ como BI-doscientos cuatro, y va a ser próximamente probado en ciento cuarenta y cuatro pacientes de Estados Unidos y Canadá.

Conforme notifican los estudiosos, de confirmarse su eficiencia en los ensayos clínicos, la vacuna podría estar libre en 5 años. Hasta el momento, los tratamientos actuales dismuyen los peligros en un cuarenta por ciento , mas prosigue existiendo un sesenta por ciento de pacientes que precisan soluciones.

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