Ser una persona saludable y estar en forma no son sinónimos

No porque una persona esté en buen estado físico, significa que goce de buena salud, así como una persona saludable no quiere decir que esté en forma.

Llegó la primavera, y todos queremos estar en forma. Y para lograrlo, el Ejercicio parece ser milagroso en estos casos. No solo para vernos bien, sino para sentirnos bien.

La práctica de ejercicio ayuda a prevenir muchas enfermedades. Puede reducir el riesgo de sufrir problemas en el corazón, diabetes tipo 2 y cáncer en un 50%, además de disminuir la posibilidad de una muerte prematura en un 30%.

Pero si bien una persona puede mejorar considerablemente su salud al hacer el mínimo de ejercicio que recomienda la Organización Mundial de La Salud, 10.000 pasos diarios o 150 minutos de actividad fisica semanal, no  necesariamente quiere decir que esté en forma.

El error es definir el estado fisico de una persona en base a unas marcas mínimas o un determinado aspecto físico.

Lo más importante es el bienestar general de la persona, como que tenga una buena función fisiológica, que trabaje correctamente el sistema cardiovascular, el sistema respiratorio, el sistema digestivo, el aparato locomotor, las articulaciones, los huesos, los músculos y el metabolismo.

Una persona goza de buen estado cuando se somete a un chequeó médico y le sale todo bien, lleva una alimentación adecuada, psicológicamente es estable y hace una práctica deportiva regular a nivel recreativo y lo disfruta.

Ahora bien, cuando una persona está en forma? Cuando uno posee la habilidad de poder realizar una actividad física a diario de manera vigorosa y atenta sin sufrir una excesiva fatiga”.

Una persona está en estado cuando posee resistencia cardiorrespiratoria, resistencia y fuerza de los músculos esqueléticos, flexibilidad, balance, velocidad del movimiento de reacción y composición corporal.

Por eso un buen estado de forma físico no siempre garantiza una buena salud, porque también hay que tomar en cuenta otras muchas variables como una alimentación equilibrada y un descanso adecuado.

Al fin de cuentas “estar en forma” no se trata de una simple ecuación de enumerar las actividades físicas que puedes realizar o por cuánto tiempo, sino de un conjunto que engloba aspectos generales de la vida de una persona.