Rosita Quiroga

Rosita Quiroga, que se le adelantó cuarenta años a Paul Anka, cantando “a su manera”, cantaba como era y era como cantaba, con un canyengue espontáneo y natural que siempre la ha distinguido.

De ella, podría decir que dio inicio a la etapa de las cancionistas; que recomenzó sus estudios de guitarra a los ochenta años y que su primer guitarrista -que no era un personaje de Shakespeare- se llamaba Polonio. Pero prefiero evocar ahora a la Rosita Quiroga que tenía el che fácil y a la que a su madre la llamaba mama y la trataba de usted.. A la de la vida dura y a la de la vida muelle. A la que le gustaba cantar en los cumpleaños de Rivero y a la que tocaba piezas de Tárrega y Albéniz en el living de su casa, algo que pasaba muy de vez en vez, como los eclípses, y que impregnaba el aire con la música de su guitarra. A la de los berrinches y a la que una tarde vi llorar al escuchar el tango “Vieja Amiga”, que era el que más la emocionaba. A la del agua colonia y a la del Madame Rochas. A la que era feliz cocinando para sus amigos y a la que siempre le temió a una soledad que nunca tuvo.
Alguna vez, escribiendo su nombre al vesre, la rebauticé japonesamente como Tashiro Garoki.
Una mañana de junio de 1984, dos días después de haber estado festejando juntos el cumpleaños de Edmundo Rivero, llamé a Rosita por teléfono para leerle la letra de una milonga que acababa de escribir. Daba así cumplimiento a un pedido que tiempo atrás ella me hiciera en La Casa del Tango, en presencia del maestro Sebastián Piana. Me pidió copia de los versos y como jugando y de un saque les puso música.
Así nació “Campaneando mi pasado”, milonga que grabó a los ochenta y ocho años y que los invito a leer.

CAMPANEANDO MI PASADO
(milonga)

Letra de Luis Alposta
Música de Rosita Quiroga

Yo le agradezco a la vida
los amigos que me ha dado.
Y si volviese al pasado
quisiera otra vez cantar
con Rosita Montemar,
Magaldi… ¡minga de tele!
Estrenar tangos de Cele,
verme gordita y feliz
y con Ciriaquito Ortiz
tomando un feca con chele.

Yo le agradezco a la vida
todo lo que me ha brindado.
Un marido enamorado
y amigos de amistad fiel,
guitarras de gran cartel,
el corazón que en mí late,
y aunque perdí escaparate
hoy le doy gracias a Dios
de poder cantar sin tos
y que me carbure el mate.

Yo le agradezco a la vida
la amistad y el gran cariño
de Cátulo, Amelia Muiño,
Franchini ¡mi guitarrista!
Y sin hacerme la artista
hoy los recuerdo en el verso,
con nitidez, sin esfuerzo,
pues para decir verdad,
yo sólo tengo la edad
que represento y ejerzo.

Escrita el 10 de junio de 1984.
Estrenada por Rosita Quiroga, acompañada por Roberto Grela, en Canal 11, el 16 de agosto de 1984.
Grabada en RCA Victor, acompañada por Aníbal Arias, el 28 de septiembre de 1984.