REDUCE LOS ATAQUES AL CORAZÓN PERO…

¿Qué tendrá que ver la inflamación con los infartos? Es el interrogante que bastantes personas se van a hacer. Dos conceptos supuestamente inconexos pueden tener bastante que ver.

Una de las pruebas que refrendan esta tesis es un reciente descubrimiento difundido en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología. En él se ha mostrado de qué manera un anticuerpo contra la interleucina 1-beta (IL1B), el canakinumab, redujo el número de acontecimientos cardiovasculares en una quince por ciento en aquellos personas que habían tenido un infarto. Específicamente, una dosis de 150mg administrada cada 3 meses se asoció a casi cuatro por cada cien personas y año por causa cardiovascular, infartos o bien ictus, en frente de una tasa del cuatro con cincuenta en pacientes que tomaron placebo.

El descubrimiento refrenda la teoría, ya difundida, de que la inflamación es un proceso fundamental en la fisiopatología de la enfermedad cardiovascular. En este conjunto de nosologías, la acumulación de placas de colesterol dentro de los vasos sanguíneos juega un papel relevante. Además de esto, en paralelo a ello dichos vasos se van haciendo menos flexibles. Estos procesos reciben el nombre técnico de aterosclerosis.

En estos fenómenos pueden participar las células inmunitarias, de forma que al generarse un daño en la superficie de los vasos, estas viajan hasta el sitio de la lesión en un proceso en el que están implicadas moléculas como las interleucinas (y es exactamente una interleucina la que se bloquea a través de este medicamento). Más tarde, estas células (glóbulos blancos), pueden cargarse con colesterol y depositarse en las paredes de los vasos.

Los facultativos que han presentado los descubrimientos relacionados con el fármaco resaltan que ayuda a entender mejor de qué forma la inflamación está ligada a la enfermedad cardiovascular. Por desgracia, el canakinumab asimismo acrecentó el peligro de contraer “infecciones fatales”, con lo que exactamente los mismos autores mantiene que no se puede justificar su empleo rutinario. En los pacientes que consumieron el medicamento la tasa de infección mortal o bien de sepsis fue de 0,31 por cada cien personas y año, al tiempo que en los que tomaron placebo esta cantidad descendió hasta 0,18. Mas las conclusiones a las que se han llegado pueden impulsar a buscar medicamentos o bien hábitos que reduzcan la inflamación y muy seguramente la incidencia de infartos.