A lo largo de largas décadas, en lo que el día de hoy es el distrito de Puerto Madero había estructuras edilicias descuidadas, terrenos sin empleo llenos de flora, restos, todo condenado al olvido por un buen tiempo, una vieja zona portuaria estropeada.
Todo cambió diametralmente merced a un pacto entre el gobierno nacional y el municipal, firmado en mil novecientos ochenta y nueve. Puerto Madero se transformó en el distrito más joven y más pujante de Buenos Aires.
Puerto Madero
Mirándole la cara al Río de la Plata, en Puerto Madero la vida semeja más calma. Hay poco tránsito por sus calles con veredas anchas y cuyos nombres rinden homenaje a mujeres de la historia argentina como la médica y política Alicia Moreau de Justo o bien la creadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor. Acá se enceuntran los hoteles y otros edificios más altos de la urbe, llenos de gran lujo y confort.
Un pulmón de la urbe, la Reserva Ecológica (Av. Rodríguez Achával mil quinientos cincuenta), tiene unas trescientos cincuenta hectáreas de verde para gozar caminado o bien en bici. Durante sus caminos se pueden estimar diferentes especies de aves, mamíferos, reptiles y flora autóctona como pastizales de cortaderas y bosques de alisos. Hay visitas guiadas, tanto para pasear para caminar en bici, mas merece la pena recorrer este sitio a la noche puesto que se vuelve paradisiaco cuando hay luna llena.
El Puente de la Mujer es uno de los distintivos del distrito, y también alumbrado se transforma en una postal. Este puente peatonal tiene un mecanismo de giro de los más grandes del planeta y fue concebido para permitir el paso de las embarcaciones a candela que navegan por los diques de Puerto Madero. Esta obra es la primera en Latinoamérica del arquitecto técnico de España Santiago Calatrava y representa la imagen de una pareja que baila el tango: el mástil blanco representa el hombre y la silueta curva del puente a la mujer.
En gastronomía y esparcimiento el distrito no se queda atrás. Al Casino Flotante se añaden el Museo del Humor (Av. de los Italianos ochocientos cincuenta y uno), el Monumento al Tango y el Museo de Calcos y Estatua Equiparada Ernesto de La Cárcova (Av. España mil setecientos uno). Mas el que más se resalta es el Faena Arts Center (Aimé Paine mil ciento sesenta y nueve), un espacio vanguardista con exhibiciones permanentes que producen fascinación por su despliegue y modernidad.