Por qué el Español es el único idioma que usa signos de interrogación y exclamación dobles.

El español es la única lengua en la que los signos de interrogación y de exclamación son dobles, es decir, se colocan no sólo al final de la frase (como ocurre en el inglés el francés o el alemán, por citar sólo algunos ejemplos) sino también al inicio de la misma.

La historia de esos dos signos, sin embargo, es antigua. El signo de admiración ya se encuentra en manuscritos latinos medievales y, a decir de la Real Academia de la Lengua, el de interrogación se lo debemos a los carolingios, la dinastía de origen francés que dominó Europa Occidental entre los siglos VIII y X.

Pero, en sus orígenes, esos dos signos se empleaban únicamente al final de las frases.Tardaron bastante en empezar a utilizarse también en la apertura de las frases interrogativas y exclamativas.

Los académicos estuvieron debatiendo largamente sobre el asunto y llegaron a la conclusión de que el signo de interrogación final no bastaba, sobre todo en ciertas frases largas. Hay periodos o cláusulas largas en que no basta la nota que se pone al final de la frase y es necesario indicar desde el principio el sentido y tono interrogante con que debe leerse, por lo que la Academia acuerda que, en estos casos, se use la misma nota interrogante poniéndola tendida sobre la primera voz de la cláusula o periodo con lo que se evitará la confusión y aclarará el sentido y tono que corresponde.  Con ese argumento, el 17 de octubre de 1753 los académicos tomaron una decisión histórica: habría también signos de interrogación de apertura que se colocarían al comienzo de las frases interrogativas, y que se señalaría con el mismo signo que ya existía pero invertido.

Respecto al signo de exclamación, llegó a los tratados de ortografía un poco más tarde que el de interrogación, bajo el nombre de signo de admiración.

Es en el Diccionario de 1726 cuando se hace la primera referencia ortográfica a él: “se llama una nota, que en el periodo significa el efecto de la admiración, y se escribe con una i vuelta al revés: como Oh cuán bueno es Dios!”.

Su reconocimiento oficial como signo doble llegó al Diccionario en 1884. Pero fue sólo en 2014, en la 23ª edición del diccionario de la Real Academia, cuando ese signo fue rebautizado como signo de exclamación en lugar de admiración, después de que varios autores subrayaran que la admiración es sólo uno de los sentimientos que se pueden expresar con este signo y que lo que importante era su tono exclamativo.

En la actualidad, la Academia de la Lengua tiene muy claro el uso correcto de los signos de interrogación y exclamación. Para empezar, subraya que “Los signos de apertura (¿ ¡) son característicos del español y no deben suprimirse por imitación de otras lenguas en las que únicamente se coloca el signo de cierre”.