Los paseadores de perros

Una de las situaciones imprevisibles que causan mayor enfado en los caminantes es encontrarse de golpe con los denominados “paseadores de perros”, que sin cuidado alguno ocupan todo el ancho de las veredas, se estacionan con los animalitos frente a los edificios donde viven sus propietarios y riegan cualquier sector de aceras o invaden los parques fuera de los lugares habilitados.

Como hacerles algún reproche es generalmente ganarse como respuesta gestos hoscos o palabras descomedidas, usualmente el sufrido vecino sigue su camino hablando bajito para sí mismo.

Los controles y verificaciones continuarán en diferentes parques y paseos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el objeto de preservar la higiene de los espacios públicos, señaló hoy el ministerio.

En tal sentido, la cartera recordó que para mantener las buenas condiciones de higiene de la vía pública, tanto los paseadores como los propietarios de mascotas deben llevar consigo en los paseos los elementos necesarios para recoger las deposiciones de los animales.

Asimismo, deben procurar mantener a los perros con correa y no atarlos a postes o árboles.

Las inspecciones se realizan en el marco del cumplimiento del Decreto Nº 1972 de noviembre de 2001, por el cual se creó el Registro de Paseadores de Perros y se reglamentó la Ordenanza Nº 41.831/87 que ordena el Tránsito y Paseo de Perros en los Espacios Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al tiempo de aplicar el apartado 1.3.12 del Régimen de Faltas de la Justicia Municipal “Tránsito y Excremento de Animales”.
Es esperable que estos controles abarquen todos los barrios de la ciudad, especialmente las plazas públicas, y no solamente en los barrios del norte de nuestra ciudad.