Historia del barrio de Recoleta

Su nombre procede del Convento de los Progenitores Recoletos, originarios de Francia, miembros de la Orden Franciscana que se estableció en la zona a inicios del siglo XVIII, fundando un convento y una iglesia dedicada a Nuestra Señora del Pilar y adjunto a este el camposanto. El camino de la Recoleta es prácticamente el centro geográfico del distrito, y uno de sus puntos más altos, con lo que a fines del siglo XIX el sitio atrajo a las familias pudientes del sur de la urbe, que escapaban de la epidemia de fiebre amarilla. Desde ese momento es uno de los distritos más muy elegantes y costosos de la ciudad de Buenos Aires, alojando mansiones familiares, embajadas y hoteles de mucho lujo.

Plazuela de la Recoleta en mil ochocientos sesenta y siete. En la imagen puede verse el Camposanto y la Basílica Nuestra Señora del Pilar.
El núcleo histórico de este distrito fue la iglesia parroquial del Pilar, cuya edificación fue concluida en 1732; por ese motivo el distrito recibía en ocasiones el nombre de El Pilar. La iglesia estaba ubicada originalmente al filo de las barrancas que caían al Río de la Plata y al riachuelo Manso. El riachuelo, asimismo llamado Tercero del Norte; el día de hoy está entubado y discurre bajo la presente avenida Pueyrredón. Formaba una suerte de delta, con brazos por las presentes calles Austria y Tagle, que desembocaban por último en el Río de la Plata.
Cuando Buenos Aires padeció la enorme epidemia de fiebre amarilla en la década de mil ochocientos setenta, la población se desconcentró para eludir el contagio. Fue por esta razón que, mientras que las clases populares se instalaron en el sur-sudeste de la urbe, las clases altas lo hicieron en la Recoleta, donde la altura del terreno reducía la presencia de insectos transmisores de la enfermedad.
Estas familias, consideradas de prosapia, por descender de personajes señalados a lo largo del periodo independentista, edificaron en el distrito mansiones y grandes edificios de estilo francés (muchos de ellos destruidos cara fines de los años mil novecientos cincuenta y también principios de la década de mil novecientos sesenta). Por esta razón, se ha mencionado a Buenos Aires como la París de América. Actualmente, ciertas de estas edificaciones tradicionales cohabitan con muy elegantes construcciones más modernas.
Así como ciertos ámbitos de los distritos vecinos de Retiro y Palermo, Recoleta es parte integrante de la zona famosa como Distrito Norte, tradicional sitio de residencia de los ámbitos más adinerados de la sociedad donde se concentra una buena parte de la vida cultural de la urbe.