Historia del barrio de Colegiales

La historia de Escolares está ligada a la de los distritos de Chacarita y Villa Ortúzar en tanto que los 3 formaban una parte de una vieja estancia jesuítica, que pertenecía a la Compañía de Jesús. De hecho, en mil seiscientos ocho el gobernante de la ciudad de Buenos Aires, Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, dio a esa orden religiosa terrenos en una parte de lo que el día de hoy son esos distritos. Desde mil seiscientos catorce hasta mil setecientos cuarenta y seis los jesuitas se hicieron dueños de más tierras hasta llenar unas dos mil setecientos hectáreas conocidas como “La Chacarita” 4​(«Chácara» es un palabra viejo, de origen quechua o bien aimara, que se usaba con el significado de «huerta», y que con el tiempo se alteró por «chacra»). 5​Los viejos caminos que facilitaban la comunicación a los religiosos se convirtieron con el tiempo en el presente trazado de las primordiales avenidas, tal es el caso de Álvarez Thomas, Federico Lacroze, y Dorrego.

Estación Escolares
Como ese predio tenía instalaciones en donde pasaban sus vacaciones los pupilos del Instituto San Ignacio (Entonces Instituto Real San Carlos y el día de hoy Instituto Nacional de la ciudad de Buenos Aires), la zona era llamada popularmente, desde el siglo XVII, como La Chacarita de los Escolares. El escritor Miguel Cané en su pieza maestra Juvenilia (mil ochocientos ochenta y cuatro), cuenta sus experiencias vividas en ese instituto y en un capítulo mienta una anécdota ocurrida mientras que estaba de vacaciones estudiantiles en tal sitio, sobre un riachuelo que circulaba por la presente avenida Elcano.
Desde su conformación, uno de los primordiales caminos que unía el centro de la ciudad de Buenos Aires con la Chacarita, era el Camino del Norte (el día de hoy avenida Cabildo). Cuando llegaba el estio, los pupilos del Instituto San Ignacio, montando y jineteando, abandonaban la urbe y se dirigían a la Chacarita de los Escolares para veranear. Aquellos jóvenes avanzaban por el Camino del Norte, hasta el presente distrito de Escolares, donde usaban otro camino que los alcanzaba hasta la Chacarita. Los vecinos empezaron a llamar ese camino secundario como “De los Escolares”, lo que hoy día es la presente Avenida Federico Lacroze.6​
A lo largo de múltiples años, el distrito de Escolares estuvo bajo la jurisdicción del Ayuntamiento de Belgrano y recién en mil ochocientos ochenta y siete, cuando dicho pueblo se aneja a la Capital, este distrito pasa a ser parte de la Urbe de la ciudad de Buenos Aires.
El Ferrocarril

Playa de Maniobras de la Estación Escolares.

Viejos silos reconvertidos en un modernos edificios de residencia.
Para la década de mil ochocientos setenta, los pasajeros del litoral que deseaban llegar a Buenos Aires en conexión con el tren, debían atravesar el río Capitán (el día de hoy Sarmiento) hasta el Tigre y allá tomar el F.C.N. que los conduciría hasta el centro de la urbe, mas en muchas ocasiones este río no tenía el calado preciso para permitir el paso de las embarcaciones.
Conocedor de esta problemática, el empresario don Guillermo Matti concibió la idea de edificar un tren que uniera Buenos Aires con Campana, salvando las bajadas del río Capitán. La construcción de este tren se comenzó en 1872.7​ La traza partiría de la Estación Central, avanzando por vías extrañas hasta la zona de la Recoleta, en donde empezaba su vía en dirección cara la zona alta del pueblo de Belgrano (el día de hoy Belgrano “R”), para entonces enfilar cara el pueblo de San Martín, donde la compañía edificaría sus talleres y depósitos. La línea se internaría entonces en un enorme bañado de más o menos cuarenta quilómetros de largo, hasta llegar por último a la urbe de Campana. Los servicios entre Buenos Aires y Campana se empezaron en mil ochocientos setenta y seis y diez años después se extendían hasta la urbe de Rosario, señalado hecho que dejó unir a Buenos Aires con el resto de la red ferroviaria nacional que, partiendo desde Rosario, llegaba ya a las provincias de Córdoba, San Luis, Tucumán, Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, Brinca y Catamarca.
En el distrito de Escolares, el tren tuvo una presencia señalada, si bien no tanto por su estación de pasajeros, sino por las enormes playas de maniobra que se edificaron en el distrito. La más señalada es la playa de cargas de la propia estación Escolares, hoy día operada por la compañía Nuevo Central Argentino, que engloba más o menos unas nueve manzanas. No obstante, al sur de la Avenida Federico Lacroze se levantaba otra playa de maniobras, en un ámbito acotado por las calles Matienzo, Álvarez Thomas, Dorrego y la vía primordial del Tren Mitre.
Hasta el siglo XIX, en esa zona próxima al riachuelo Maldonado, límite natural entre los partidos de Belgrano y el de la ciudad de Buenos Aires, no había más que numerosas quintas. Unos años después, los diferentes trenes habían ido delimitando lo que sería este polígono: al Sur se levantaron los puentes del Tren Pacífico (el día de hoy San Martín), al Noreste aparecieron los terraplenes del Tren a Rosario (el día de hoy Mitre) y años después, se edificó una vía de carga para unir las estaciones Villa Rizado y Escolares. La presencia del tren atrajo a numerosas empresas, que se levantaron en torno a esta playa de maniobras: En mil novecientos veintiuno la Sociedad Minetti y Cia. Ltda., Industrial y Comercial comenzó la construcción de su molino harinero “Buenos Aires” sobre la calle Dorrego y en mil novecientos veintiocho amplió sus instalaciones con nuevos silos.9​ Otra empresa señalada de la zona fue la Manufactura Algodonera Argentina, cuyo edificio (“La Algodonera”) ocupaba una manzana entera: allá se realizaban productos textiles con fardos de algodón traídos por medio del tren desde el norte del país. Los trenes algodoneros ingresaban en esta playa de maniobras y depositaban su mercancía en 2 grandes galpones que estaban sobre la calle Álvarez Thomas.
La aparición de estas industrias produjo una sinergia que desembocó en la aparición de nuevos emprendimientos: Enfrente al molino Minetti, sobre Dorrego, brotó la factoría de fideos Letizia, al tiempo que cerca de la Avenida Juan B. Justo brotaba doce fraccionadoras de vino, primordial producto traído por el Tren San Martín.

En la zona de la vieja playa de maniobras ferroviarias el día de hoy se hallan el Mercado de Pulgas (izq.), un conjunto de torres de residencia pública y la Plaza Mafalda.
En paralelo a la industrialización brotaron las villas miseria, con habitantes provenientes del interior o bien de países lindantes que buscaban empleo en las grandes urbes. La Villa de Escolares (oficialmente famosa como Villa Nº30) se instaló en la playa de maniobras del campo sur y llegó a tener diez.000 vecinos. No obstante, en los años ´70 la situación cambió por completo, al iniciarse el proceso de des-industrialización: tanto las factorías como el Molino Minetti cerraron sus puertas y desde el Gobierno de la Urbe, dirigido por el Intendente Osvaldo Cacciatore se comenzó la exterminación de las villas miseria. Así como la Villa del Bajo Belgrano, la de Escolares fue una de las primeras en desaparecer, si bien esto no implicó la plena integración de este territorio con el resto del distrito, en tanto que se priorizó la localización de equipamientos en vez de residencias lo que prosiguió produciendo una especie de fuelle entre los distritos de Escolares y Palermo: sobre la ex- playa de maniobras el día de hoy se levanta una universidad privada (Capacitad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina), una unidad de trasferencia del CEAMSE, un polideportivo municipal, una estación transformadora de electricidad, una transmisora de TV (Canal nueve) y ciertos monoblock de residencia.8​
Desde los años ´90 esta una parte del distrito, famosa el día de hoy como “Nuevo Escolares”10​ empezó a desarrollarse fruto del desarrollo de su vecino Palermo Hollywood y de la transformación de los viejos silos y factorías en muy elegantes y modernos “lofts” de residencias, como ocurrió con los Molinos Minetti o bien como en el Edificio La Algodonera.