Has tenido resaca de comida?

Provoca síntomas parecidos a la generada por alcohol y puede ser causada por intolerancia a ciertos ingredientes, reacciones alérgicas o aditivos.

Es domingo. El día de ayer saliste a cenar con amigos y te levantas con malestar estomacal, dolor en las extremidades, jaqueca… Mas, ¡un instante! Si no probaste ni una gota de alcohol. ¿Qué te pasa? Es lo que es conocido como “resaca” de comida.

Los especialistas apuntan que si bien este género de resacas no están reconocidas por la comunidad médica, cada vez son más comunes. De esta manera lo confirma Tracey Strudwick, terapeuta nutricional de Nuffield Health (R. Unido): “Bastantes personas las experimentan frecuentemente, en tanto que comen comestibles que sus cuerpos no logran tolerar: son altos en grasas, altos de sal, con mucho azúcar o bien almidón alto, o peor aún, todo lo mencionado junto. Todo ello, añadido al agobio diario que afecta a nuestro aparato digestivo y al resto de nuestro cuerpo”.

Otros síntomas es sentirse adormecido, tal y como si a uno le faltara la energía. Algo que puede ser causa de una nutrición poco saludable, alta en hidratos de carbono y en grasas. Por esta razón, regresar a las rutinas frecuentes y sanas va a hacer que esa sensación acabe desapareciendo.

Un caso son aquellas comidas que son altas en azúcares. Estos comestibles liberan glucosa en el torrente sanguíneo de forma veloz, lo que hace que el páncreas deba generar insulina (la hormona que regula la cantidad de azúcar que debe haber en sangre y que estimula a las células a absorberlo para tener energía). Es tal la velocidad, que el páncreas no puede calcular cuánta insulina liberar, terminando de este modo con nuestras reservas de azúcar en sangre. De esta forma lo explica Strudwick: “Esto te deja con un nivel bajísimo de azúcar en la sangre, con lo que, la mañana tras comer un plato grande de pasta o bien algo dulce, puedes despertar con un buen cefalea, llegando a sentir mareos o bien náuseas. Tu cerebro precisa glucosa para marchar y, sin ella, te resultará bastante difícil concentrarte”.

Otro ejemplo son los hidratos de carbono complejos, como cereales o bien hortalizas, que pueden llegar asimismo a provocar en tu cuerpo una resaca de comestibles. Más todavía, en el quince por ciento de las personas que padecen el síndrome de intestino irritable. Si comemos mucho, nuestro intestino delgado no va a ser capaz de digerir toda el alimento, lo que puede provocar que llegue al grueso de forma indigesta. Esto causa que tengamos gases, nos sintamos hinchados y por ende, tengamos dolores fuertes de barriga.

La conclusión que podemos sacar es que una dieta equilibrada va a hacer que no debamos padecer esos síntomas jamás más, por el hecho de que no hay nada peor que levantarse con resaca de alcohol, para encima agregarle una de comida.