El Obelisco

El Obelisco de Buenos Aires es quizá la imagen más representativa que distingue a Buenos Aires en el mundo entero. Es un Monumento Nacional, como lo es el Monumento a la Bandera erigido en la ciudad de Rosario y, por tanto, debe ser preservado no solo en sus estructuras materiales sino en el respeto por el sentimiento que ellos engendran en el resto de la población.

¿Qué representa el Obelisco ubicado en la Plaza de la República de nuestra Ciudad?

Para recordarlo, nos remontaremos en la historia de estas costas para memorar que el 2 de febrero de 1536 fondeaban en el estuario del Río de la Plata los 16 navíos que, llevando a su bordo a alrededor de 1200 soldados, constituían la expedición del Adelantado Don Pedro de Mendoza, que tenía como misión abrir rutas que conectaran el Atlántico con el Imperio Incaico. Mendoza desembarcó con sus hombres y fundó el 2 de febrero de 1536, el primer asentamiento, que llamó Puerto de Nuestra Señora María del Buen Ayre. Lamentablemente la expedición fracasó por la guerra que desencadenaron los indios querandíes, que no solo mataron durante sus ataques a cientos de soldados, sino que cercaron el asiento dejando sin posibilidad de obtener alimento a los iniciales pobladores. Mendoza falleció luego en alta mar y Juan de Ayolas si bien tuvo oportunidad de fundar el fuerte de Corpus Cristi, fue luego asesinado con los 80 hombres que lo acompañaban, por los indios apayaguares.

Buena parte de la historiografía dio en llamar a esta abortada expedición de Don Pedro de Mendoza como fundadora de la Ciudad de Buenos Aires, ciudad que en realidad, fue fundada por Don Juan de Garay el 11 de Junio de 1580, designándola con el nombre de Trinidad, en el Puerto de Santa María del Buen Aires.

En 1936, al cumplirse los 400 años de aquel primer asentamiento, una ordenanza municipal suscripta por el Intendente Mariano de Vedia y Mitre (presidencia de Agustín Pedro Justo), resolvió la erección del Obelisco.
Siguiendo un proyecto del Arquitecto Alberto Prebisch, las obras comenzaron el 20 de marzo, ejecutándose en primer término la plataforma de hormigón armado. El ritmo impreso a las obras fue tal, que el Obelisco se inauguró el 23 de mayo de ese mismo año. Expresó en esa oportunidad el doctor de Vedia y Mitre “ Este obelisco será en el correr de los años el documento más auténtico de este fasto glorioso del cuarto centenario de la ciudad. Dentro de la líneas clásicas en que se erige, es como una materialización del alma de Buenos Aires, que va hacia la altura, que se empina sobre sí misma, para mostrarse a los demás y que desde aquí proclama su solidaridad con ellos” (no podía pensar que 70 años más tarde se lo cubriría con un latex rosa)

No todas fueron rosas para quienes pensaron y materializaron la construcción del monumento. El 29 de febrero de 1938 Roberto M. Ortiz sucedía al presidente Justo y designaba, como nuevo Intendente de la ciudad a Arturo Goyeneche. El Concejo Deliberante, por ordenanza 10251 de junio de 1939, sanciona la inmediata demolición del Obelisco, aduciendo razones económicas, estéticas y de seguridad pública. El Poder ejecutivo vetó la ordenanza, caracterízándola como un acto carente de valor y contenido jurídico, “ya que altera el estado de cosas emanado del Poder Ejecutivo”. Establecía que se trataba de un monumento bajo jurisdicción y custodia de la Nación, a cuyo patrimonio pertenece. (cita del Prof. Emilio J.Vattuone).
Ese Concejo Deliberante fue intervenido y disuelto el 14 de octubre de 1941 por decreto del vicepresidente en ejercicio de la presidencia Dr. Ramón S. Castillo

Volviendo ahora a las características que hicieron mundialmente famoso a nuestro Obelisco, debe decirse que trabajaron en las obras 150 operarios, que utilizaron 680 m3 de cemento, recubierto luego mediante 3600 m2 de piedra blanca de Córdoba. Ante la caida de algunas de las placas, el revestimiento fue retirado en 1939 para revocarse completamente. La construcción alcanza una altura de 67,50 m. Utilizando los 206 escalones construidos en su interior se arriba a la cúspide, formada por un cuadrado de base de 3,50m de lado, sobre el que se asienta una pirámide cuadrangular de 4,50m. de altura. El peso total de la mole se estima en 1.300 Tn., siendo el costo presupuestado de $ 200.000 de la época

Para erigir el Obelisco debió demolerse la antigua iglesia de San Nicolás, donde se izó por primera vez en la ciudad la Bandera Nacional, el 23 de agosto de 1.813. Esta circunstancia se recuerda en una de las inscripciones del lado norte. Las demás inscripciones recuerdan: en el lado este: “Buenos Aires a la República en el IV Centenario de la Fundación”; en el lado Oeste: Capital Federal. Ley dictada por el Gobierno Nacional el 20 de septiembre de 1880, a iniciativa del Presidente Nicolás Avellaneda. Decreto del Presidente Julio a. Roca, Lado sur: Segunda Fundación por Juan de Garay, 11 de junio de 1580.