Si estás entre ese conjunto de gente que trabaja más de cincuenta y cinco horas por semana, deberías mudar de trabajo, en tanto que este ritmo aumenta hasta en un cuarenta por ciento las posibilidades de que puedas desarrollar una nosología cardiaca o bien que esta derive en un derrame cerebral. De este modo lo recoge un estudió de la University College de la ciudad de Londres que se efectuó a ochenta y cinco hombres y mujeres, entre aquéllos que había 2 grupos: quienes superaban las cincuenta y cinco horas y quienes hacían una jornada normal de entre treinta y cinco y cuarenta horas.
Por cada mil personas en el estudio, se contabilizó un extra de cinco con dos casos de arritmia entre aquellos que se sobrepasaban de horas en el trabajo en los diez años siguientes a cuando se les hizo el primer chequeo, en comparación a quienes hacían un turno normal. Pese al volumen de participantes, el número de horas solo fue tomado en cuenta al principio del estudio, con lo que en diez años probablemente los participantes cambiaran de trabajo o bien que su turno mejorase, mas el maestro Mika Kivimaki, del departamento de epidemiología de la University College de Londres: “es evidente que el seguimiento de las horas de trabajo a lo largo de de año en año del estudio habría sido más ideal, mas no creo que los resultados hubiesen aplazado de forma radical, en tanto que la gente ha tendido a sostener sus patrones de trabajo a lo largo de estos diez años”.
El directivo médico de la British Heart Foundation, Sir Nilesh Samani, considera esencial este descubrimiento, puesto que se puede dar con otra causa probable del mal funcionamiento del corazón y que termina, muchas veces, en un derrame cerebral: “Aunque sabemos ciertos factores que provocan las arritmias cardiacas, como la edad, la presión arterial alta, el estado de las válvulas del corazón y el exceso de consumo de alcohol, muchos pacientes desarrollan la condición sin una causa obvia. Por este motivo, creo que este estudio es interesante tenerlo en consideración, puesto que mostraría que las arritmias”, y sus consecuencias, “podrían estar no solo ligadas a estos factores, sino más bien asimismo a los turnos laborales”.