Confirmado: las parejas dispares son más duraderas y felices.

Irresponsable y también infantil, Homer Simpson es todo lo opuesto a lo que Marge, su esposa, estima que habría de ser un amante ejemplar. Es simple, vago y adorador de los donuts “¡Ouh!”, “¡Woo-hoo!”, “¡Mmmm!”… son ciertas de sus oraciones más sensatas. Ella, Marge, dulce, lista y responsable; con un pasado hippy y libre a la espalda, incuestionablemente, le ama. ¡Y van para treinta años!

Esta pareja amarilla, siendo tan diferente, ha resistido turbulencias matrimoniales a lo largo de prácticamente 3 décadas y algún amago de separación por la parte de los argumentistas. La relación ha burlado cualquiera de los algoritmos que emplean el día de hoy los consejeros del amor en sus diferentes aplicaciones y webs de busca de pareja. Mas el planeta está lleno de parejas impares y la ciencia está comenzando a dar ciertas pistas sobre ese misterio que deja la pasión contra cualquier pronóstico.

James McNulty, estudioso de la Universidad de Tennessee (EE. UU.) y especialista en relaciones matrimoniales, ha tratado de solucionar el misterio de la hermosa y la bestia. “Numerosas mujeres preciosas eligen hombres menos atractivos físicamente con el deseo de localizar en ellos mayor protección”. Son historias que, generalmente, duran más y mejor que la media. El matrimonio de Sophia Loren y Carlo Ponti se extendió más de medio siglo. La belleza, sensualidad y juventud de la actriz enamoraron al productor, veinte años mayor y poco afortunado. Tras la muerte de su esposo, declaró que no vería posible regresar a querer a otro hombre.

Albert einstein escribió a su esposa: “Echo de menos tenerte cerca a fin de que me sostengas cortésmente en control y evites que divague”

Para equiparar su teoría, el estudioso reclutó a ochenta y dos parejas de recién casados, mas con cuando menos 3 años de convivencia, que deberían discutir sobre un tema personal. Lo que observó fue que, por norma general, los esposos con mujeres físicamente más sorprendentes tienden a apoyar la opinión de su esposa.

Si el guapo es el hombre, al sicólogo le sorprendió que ninguno apoyó al otro. Su conclusión es que los varones menos atractivos que sus esposas tienen la sensación de haber superado sus esperanzas en la elección de pareja y de ahí que trabajan duro para sostener la relación.

Leonard y Penny lo ejemplarizan en todos y cada episodio de The Bing Bang Theory. La aspirante a actriz siempre y en todo momento halla el permiso de Leonard, que, desde el comienzo se sintió muy atraído hacia ella, pese a las diferencias.

Una falla sicológica

Cuando la mujer es más fea, no sucede lo mismo pues resta relevancia al físico de su pareja. Y el hombre no siente acá esa necesidad de compensación. Estas conclusiones traen a la psique nombres como el de Pierce Brosnan, el quinto James Bond de la enorme pantalla y también histórico sex symbol. Está casado desde dos mil uno con Keely Shave Smith, una cronista y comunicadora de TV de físico grande.

O bien Hugh Jackman. El protagonista de X-Men, que luce un magnífico cuerpo cincelado a base de una dura disciplina gimnástica, lleva diecinueve años casado con la actriz Deborra-Lee-Furness, trece años mayor que . Los entusiastas de Freud afirmarían que estos actores jamás resolvieron el complejo de Edipo.

Anudes de plantear matrimonio a su prima Emma, Converses Darwin hizo su análisis de costos y beneficios en el dorso de una carta

Angela Bahns, sicóloga social de Wellesley College, definiría la situación como una falla sicológica. Sus investigaciones muestran que las parejas más similares y compatibles son las que tienen más posibilidades de subsistir en un largo plazo. “La selección de personas afines a nosotros es tan exageradamente común y está tan extendida, que la tendencia contraria podría ser descrita como un fallo ”.

Esta teoría la respalda el estudioso francés Arnaud Tognetti, que ha participado en una investigación experimental sobre la elección de pareja en una zona rural de Senegal. La primera cosa que le llamó la atención es que sus habitantes contraen matrimonio con individuos que son tan cooperativos y amistosos con el resto tal como lo son mismos.

Platón asimismo creía que las semejanzas engendran amistad, mas ¿por qué razón no meditar que esos rasgos compartidos se pueden adquirir en pareja? Mileva Maric, primera esposa de Albert Einstein y cooperadora imprescindible en sus trabajos, formaron una pareja unida por el deseo mutuo y la pasión compartida cara la física y la música. Ella, perseverante, muda, metódica y organizada. Albert, inquisitivo, libre, indisciplinado y rebelde. Los dos refulgentes. Desde el momento en que se conocieron, en el Instituto Politécnico de Zúrich, se hicieron inseparables. El dos de octubre de mil ochocientos noventa y nueve, Albert escribía a Mileva: “Echo de menos tenerte cerca a fin de que me sostengas cortésmente en control y evites que divague”.

¿De qué manera habría sido la convivencia si Mileva hubiera tenido el carácter malhumorado y demencial de Einstein? ¿Alguien se imagina viviendo con una versión de sí? Científicos de la Universidad de Columbia apoyan que un exceso de semejanza puede quitar interés a la relación. “Podría resultar anárquico y desganado, aparte de que no sería extraño que aparecieran infidelidades”, afirma el estudioso David Frost.

En su estudio con setecientos treinta y dos adultos de los dos sexos resultó que las parejas con vínculos más fuertes son las que tienen un nivel alto de diferencias. Observó asimismo que el exceso de empatía puede llegar a tener un efecto desfavorable.
La disimilitud, no obstante, está repleta de emoción. El encanto de lo ignoto lo encarna la antropóloga sueca Sylvia Pirelli, que halló al hombre de su vida en un safari en Kenia en un joven guerrero masai de veintidos años. Pese a pertenecer a etnias lejanas, se considera la mujer más feliz. Y la ha recibido como “regalo de los dioses”.

Igual ocurre con la belleza física. La sicóloga Jitka Lindova, de la Universidad Hables, en la Rep. Checa, publicó el año pasado un trabajo en Frontiers in Psychology que probaba que los solteros tienden a estimar mayor atrayente en personas con un físico opuesto al suyo. Mostró imágenes de semblantes a un conjunto de voluntarios a fin de que juzgaran. Los solteros puntuaron más alto las caras menos similares a las suyas, tanto del sexo opuesto como del suyo. Los participantes con pareja no mostraron esta preferencia. Conforme la autora, este ademán podría deberse a una adaptación evolutiva para prevenir la endogamia y acrecentar la pluralidad genética de sus descendientes.

Tattoo, que fue el enano más controvertido de Hollywood, halló el amor en Torri Talent, una sorprendente pelirroja a quien legó sus recursos en una nota anterior a su suicidio.

El actor Richard Kiel, de dos,17 metros y un físico marcado por la acromegalia, una afección poco común, prosigue enamorado de su esposa, Diane Roger, de uno con cincuenta y ocho de estatura. Mickey Rourke, pese a su semblante demacrado por la cirugía, consiguió conquistar el corazón de la modelo Anastassija Makarenko, treinta y tres años menor. Son solo ciertos ejemplos de parejas dispares que hacen del amor algo más admisible y menos perfecto. Conforme una investigación de Lovegeist para Meetic, el noventa y siete por ciento de los solteros considera que las imperfecciones son atractivas y hacen a cada uno de ellos único y singular.

Pese a ello, el pensamiento mayoritario es que la atracción de los opuestos es una salvedad. De esta manera lo cree Miquel Iglesias, codirector de la Escuela Neurocientífica del Amor. “La atracción es un proceso biológico de manera fácil predecible a través de un algoritmo que deja el amor entre 2 personas”. El que usa está basado en hormonas, neurotransmisores y personalidades clasificadas conforme capitaneen su conducta unas o bien otras hormonas.

El algoritmo de esta escuela está inspirado en la fórmula neurocientífica de Helen Fisher, conforme la que existen 12 perfiles universales basados en los niveles diferentes en todos y cada individuo de dopamina, serotonina, testosterona y estrógenos. “Por ejemplo, a un hombre o bien una mujer con niveles altos de dopamina le agradan las parejas creativas, enérgicas y también impetuosas, igual que mismos. La exuberancia de serotonina, no obstante, impulsa a personas más detallistas, apacibles y tradicionales”, explica Iglesias.

Mas se puede decir que el vanguardista en algoritmos fue Hables Darwin. En su caso, ganó la disimilitud. Ya antes de proponerle matrimonio a su prima Emma Wedwood, hizo su análisis de costos y beneficios en el dorso de una vieja carta. Ella era leal creyente; , consumado incrédulo. Era prácticamente como enlazar creencia y fe, mas el matrimonio duró más de cuarenta años. El contrapunto a sus diferencias fue el respeto mutuo a lo largo de su larga vida de casados.