Como puedes estar tan seguro de algo y ni siquiera tener razón

Tu relación con la religión puede tener la respuesta. Aquellas personas con un dogmatismo más fuerte poseen una mayor confianza en sus creencias, incluso cuando están equivocados

Conforme una investigación publicada en “Journal of Religion and Health” (Gaceta de Religión y Salud) la manera en la que vives tu religión, creas o bien no en algo, va a hacer que te muestres mucho más firme en tus ideales y frente a otras situaciones de tu vida rutinaria. Te damos un ejemplo: un dogmatismo alto, prosigas o  no a una religión, va a hacer que te aferres a una verdad de tal manera que ninguna investigación científica, ni ningún especialista en la materia van a hacer que pienses lo opuesto a lo que crees.

En el extremo opuesto están quienes muestran un dogmatismo más pobre. Ellos son los que se muestran más propensos a utilizar un argumento crítico y a cuestionarse más preguntas sobre un tema. Mas la preocupación en la moralidad de sus acciones hace que los religiosos y los no religiosos funcionen de diferente forma.

Uno de los autores del proyecto, el doctorando en comportamiento organizacional de la Universidad Case Western Reserve, Jared Friedman sugiere que “los individuos religiosos pueden aferrarse a determinadas opiniones, singularmente aquellas que están reñidas al argumento metódico, pues estas se hallan en consonancia con sus sentimientos morales”. De esta manera, esta resonancia sensible ayuda a las personas religiosas a sentirse más seguras. Cuanta más corrección ética ven en algo, más se reafirman en su pensamiento. En contraste, las preocupaciones por la moralidad van a hacer que las personas no religiosas, por servirnos de un ejemplo, se sientan menos seguras.

Conclusiones
Conocer de lleno esta forma de portarse puede asistir a saber de qué manera comunicarse con eficacia con los extremos de las dos opiniones. Conforme los estudiosos, apelar a la preocupación ética de un dogmatismo religioso y a la lógica no sensible de un dogmatismo antirreligioso puede acrecentar las posibilidades de que nuestro mensaje llegue a ellos.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el equipo que lleva el estudio que ha encuestado a más de novecientos personas sobre su forma de meditar, relacionado con la religión que profesa. Tal es el choque entre lo que uno puede meditar y lo que su religión le afirma que piense, que los autores estiman que se prueba que existen 2 redes cerebrales en incesante lucha: una para la empatía y otra para el pensamiento metódico. Sea como fuere tu dogmatismo, regirá una o bien otra forma de examinar todo lo que pasa a tu alrededor.

Pese a que se han centrado en la religión, apuntan que los resultados son extrapolables a otros campos donde hay un dogmatismo fuerte, como es la política o bien los hábitos alimentarios.