La base de cualquier dieta es ingerir menos calorías de las que se gastan. Mas, ahora, un nuevo estudio efectuado por estudiosos del Howard Hughes Medical Institute, revela que tan esencial como eso (o bien aun más) puede ser el comer a la hora conveniente.
En los ensayos efectuados con ratones, los autores del estudio verificaron que los ejemplares a los que se nutría fuera de sus horas frecuentes, no perdían peso si bien se les proveyera una dieta menos calorífica.
Al contrario, otras cobayas que si comían a sus horas, adelgazaban con más sencillez, si bien su ingesta de calorías fuera superior a la del primer conjunto. Semeja un resultado paradójico e inclusive absurdo, mas los estudiosos ya tienen una teoría que podría explicarlo.
Lo que observaron fue que comer fuera de tiempo a lo largo de un periodo prolongado, provocaban un desajuste en el reloj biológico de los animales. La consecuencia es que no dormían lo bastante de noche, lo que ocasionaba que estuviesen más agotados de día y, por lo tanto, su actividad física redujese.
El estudio pone de manifiesto la necesidad de investigar más sobre como influyen los llamados ritmos circadianos (que regulan el adecuado funcionamiento del ciclo vigilia/sueño) en la capacidad del cuerpo para perder o bien ganar peso.