Aprendiendo a Aprender

     A estudiar se aprende, requiere voluntad, tiempo, esfuerzo, dedicación, reconocimiento de los errores, reflexión, responsabilidad y estímulo de padres y docentes para que el niño se sienta reconocido.

Cada niño o joven debe encontrar su manera de estudiar, la cual tal vez, difiere de la de su amigo o compañero. Conviene probar distintas maneras para cada materia o momento, según la dificultad que ésta presenta, el tiempo disponible, la personalidad del educando, etc. Todo vale si vemos a nuestros hijos estudiar en casa: con música, sin música, acostado, caminando, sentado, sólo, con compañeros, etc.
Cualquier rincón de la casa puede convertirse en un espacio para estudiar, sí es necesario lograr concentración por ese lapso.
Estudiar con otros es una experiencia enriquecedora, predispone al trabajo en equipo y siempre resulta favorable la posibilidad de ir charlando con el otro lo que se está estudiando.
Organizarse y planificar es fundamental, no es bueno que queden tareas para último momento, ni comenzar a estudiar por la noche después de un día agotador.
Los cuadernos y carpetas son material de mucho valor para el estudio. Por eso es necesario que el alumno y sus padres la revisen con frecuencia, esté siempre ordenada y completa. Para evitar el exceso de peso, puede archivarse lo que ya no se usa, teniendo en cuenta que puede ser útil para las evaluaciones de cierre de bimestre, para el año siguiente o simplemente para realizar consultas.
Ofrézcale a su hijo un calendario amplio para tenerlo colgado en un lugar visible en el cual se anote las materias de cada día, fechas de presentación de trabajos, fechas de evaluaciones, días y horas destinados al estudio y repaso.Saber cómo organizarse permite estar preparado para responder a los pedidos de la escuela.