AGUAS Y SANEAMIENTOS ARGENTINOS

Eso fue lo que se preguntaron durante cuatro días centenares de vecinos y comerciantes radicados en la avenida San Juan entre Colombres y Castro Barros y también en otros sectores próximos, cuando azorados comprobaron que se inundaban los sótanos y se encontraban obstruídos los canales de salida de las aguas servidas hacia la cañería troncal de desague. Por obvias razones de seguridad y salubridad, ya que amenazaban desbordar las cajas de cloacas interiores de los edificios, se solicitó la urgente intervención de los Servicios de emergencia de Aguas y Saneamientos, la empresa creada por el Gobierno luego de rescindir el contrato con Aguas Argentinas, nacionalizada y entregada para su administración a las autoridades del gremio.

Cuando luego de innumerables llamados, denuncias ante el organismo regulador, Defensa Civil, etc., se hizo presente una cuadrilla que constató -efectivamente- que estaban totalmente obstruidos los desagües, amenazando con desbordar también hacia la calle. La información que recibieron los vecinos en ese momento fue que “el camión está roto” y no podrá concurrir hasta…

Podrá imaginar el lector la angustia y bronca de los vecinos. Los edificios de altos debieron cortar los suministros de agua a las unidades, por lo cual decenas de ancianos que viven solos, matrimonios con hijos aún bebés, sufrieron alternativas de diverso orden. Los días pasaban y la solución no llegaba. Se informó al CGPC Nº 5 y también a la Defensoría del Pueblo. Una decena de vecinos concurrieron a las oficinas de la calle Beauchef. Nada. Finalmente llegó un camión provisto de una manguera para tratar de destapar la cañería troncal. No lo crea el lector. Se rompió durante la operación. El personal se retiró prometiendo volver con otra unidad. Sí, lo hizo. Volvieron con otro camión que tenía, como elementos, una línea de acero, extensible y acoplable en sus diversos tramos, que llegó… hasta los 60 metros. No servía por no alcanzar el supuesto punto de encuentro. Chau! , le dijeron a los vecinos.

Ya muchos de ellos habían comprado platos descartables, almorzaban o cenaban en restaurants o viajaban a casa de familiares para el aseo diario. Finalmente, tras cuatro días de infierno y cuando ya estaban listas las viejas cubiertas de automóviles para quemarlas y cortar la calle Colombres como desesperada acción para llamar la atención, se produjo el milagro. Arribó el ÚNICO CAMIÓN EXISTENTE adecuado para estos menesteres y se produjo el milagro. Las aguas servidas corrieron y encontraron su cauce natural hacia el Río de la Plata.

Esta situación no hizo más que anticipar los futuros problemas que llegarán a todos los pobladores de la Ciudad de Buenos Aires, anticipados por todos los especialistas. Según la Defensoría del Pueblo denunció $ 1.700 millones de deuda judiciales de Aguas Argentinas. Demandas por 408 millones y muchos oros millones por distintas causas. Además del juicio por 1.700 millones que hará al Estado el Grupo Suez. ¿Dónde quedarán las inversiones necesarias para la ampliación de la red, para la actualización del parque de equipos herramientas? Por ahora el mal trago ya paso. Mañana veremos que pasa.