¿PARÁSITOS CONTRA ENFERMEDADES AUTOINMUNES?

Huevos de parásitos intestinales de cerdo de venta en farmacias o bien aun en el súper. Es la posibilidad que se abre en Alemania una vez que la Oficina Federal de protección al Consumidor haya aceptado a trámite la evaluación de los huevos del parásito porcino Trichuris Suis como ingrediente alimenticio.

Mas de entrada la pretensión de introducir este especial producto en el mercado no paso por utilizarlo como aderezo culinario, sino más bien como tratamiento médico. La compañía que hoy en día los comercializa en Tailandia ( y los vende on line) asegura que este producto puede ser empleado para tratar enfermedades autoinmunes, como la colitis ulcerosa o bien la esclerosis múltiple, entre otros muchos. En verdad, la elección de procurar clasificar el producto como ‘ingredente alimentario’ no es casual, en un caso así solo habría que acreditar que los huevos no son perjudiciales para el humano, al tiempo que si intentara comercializar como fármaco habría que probar la eficiencia de estos.

Mas, ¿tiene alguna base científica ingerir huevos de parásitos para tratar enfermedades autoinmunes? Se han escrito abundantes parágrafos sobre el tema, mas a la luz de las últimas investigaciones semeja que en la mayor parte de los casos no marcha o bien por lo menos hace falta bastante más investigación para amontonar más certidumbres sobre la cuestión.

La hipótesis por la que se guían los ensayos clínicos con parásitos está relacionada con la patentiza de que la prevalencia de enfermedades autoinmunes en menor en países en vías de desarrollo con menores condiciones de higiene y por consiguiente con mayor exposición a microorganismos, entre ellos parásitos intestinales. Mas como expone a Quo la doctora Helena Helmby, del London School of Hygiene & Tropical Medicine, prefiere charlar de una “combinación de factores” para explicar esta realidad, como “un mejor diagnóstico, diferentes hábitos alimenticios o bien consumo de antibióticos”, entre otros muchos, aparte de la conocida mayor exposición a patógenos.

Lo que sí es es cierto que la actividad estudiosa en este campo es intensa, con decenas y decenas de publicaciones relacionadas en el año dos mil diecisiete. Pese a ello, múltiples investigaciones no han probado eficiencia y en todo caso se repite el mantra de que hacen falta más estudios ya antes de asesorar el empleo de esta terapia.

Por servirnos de un ejemplo una revisión recoge los resultados de la administración de huevos de Trichuris suis, el parásito porcino que espera autorización por la parte de Alemania en pacientes con 2 tipos diferentes de enfermedad inflamatoria intestinal con resultados dispares.

El ensayo que tuvo éxito especifica de qué manera el cincuenta y tres por ciento de los pacientes que consumieron el preparado con huevos de Trichuris experimentaron remisión o bien mejora frente al veinte por ciento de los que consumieron placebo. Además de esto, no se comprobaron efectos desfavorables relacionados con el producto.

No ocurrió lo mismo cuando los huevos se probaron con pacientes con otro género de enfermedad inflamatoria intestinal: la enfermedad de crohn. En estas personas los huevos no tuvieron ningún efecto ventajoso.

“No lo aconsejo y si fuera un paciente con enfermedad inflamatoria intestinal tampoco lo probaría”, sentencia la maestra Helena Helmby, dada la deficiente patentiza existente. No opina lo mismo Detlev Goj, creador de Tanawisa, la compañía tailandesa que pretende comercializar este producto en Alemania y que, según él, ya vende por la red unos diez con cero preparados de huevos de Trichuris suis cada mes.

Goj defiende la seguridad y eficiencia de la terapia y hace referencia a los estudios que mejores resultados lanzaron publicados hasta la data, efectuados en el Universidad de Iowa. Uno de ellos es el convocado previamente, en el que hasta un cincuenta y tres por ciento de los pacientes experimentaron mejora o bien remisión de la enfermedad, al tiempo que en otra investigación con enfermedad de Crohn, esta vez sin conjunto que consumiese placebo, hasta un setenta y nueve por ciento de los pacientes ensayó mejora.

El capítulo de los descalabros de esta terapia asimismo es extenso. Por servirnos de un ejemplo, se probó contra la rinitis alérgica éxito, tal como se comprueba en una investigación publicado hace 7 años. Asimismo esta terapia se ha probado en la esclerosis múltiple, con la conclusión de que es segura mas no eficaz. Además de esto, cabe la posibilidad de que ciertos pacientes desarrollen una infección clínicamente significativa con el parásito pese a que el hecho de que sea un patógeno porcino y no humano reduce estas posibilidades.

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