Historia del barrio de Villa Devoto

Orígenes
Las tierras que el día de hoy conforman Villa Devoto fueron conocidas hasta fines del siglo XIX como de Gainza y Lynch (Villa Lynch, localidad industrial tras la Avenida General Paz). Pertenecieron al vecino partido de General San Martín (zona norte del GBA), de la misma manera que Villa Pueyrredón, Villa Real y Villa Talar.

Esta última, hecha desaparecer el día de hoy de la geografía oficial porteña y repartida entre Villa Pueyrredón y Agronomía estuvo originalmente muy ligada a Villa Devoto y era habitualmente llamada “Villa Devoto Norte”.
Con la federalización de Buenos Aires, en mil ochocientos ochenta y ocho San Martín debió resignar a la Capital Federal sus tierras al norte de lo que años después sería la traza de la Avenida General Paz, recibiendo en compensación las localidades de Sáenz Peña, Beatos Lugares, José Ingenieros y Ciudadela (que en mil novecientos sesenta y uno pasarían a ser parte del partido de 3 de Febrero)

Nota de “El Oeste” del 14/9/1919 sobre la creación de la Asociación de Promuevo de Villa Talar.
Cabe apuntar que a comienzos del siglo veinte el distrito de Villa Talar (el día de hoy desaparecido para la ley) estuvo muy vinculado a Villa Devoto, al punto de ser llamado “Villa Devoto Norte”. Sus límites eran el perímetro formado por la Avenida San Martín, Avenida Francisco Beiró (ya antes 3 Cruces), Avenida Constituyentes y Avenida General Mosconi (por el general Enrique Mosconi, ya antes llamada Avenida América). De lo indicado da cuenta el recorte periodístico que se acompaña.
El Palacio Devoto, arquitectura señalada y la repercusión inglesa
El Banco Inmobiliario, encabezado por Don Antonio Devoto adquiere las tierras para el establecimiento del nuevo pueblo, como se lo llamaba a Villa Devoto. En mil novecientos trece A. Devoto adquiere una manzana para levantar en ella un auténtico palacio, probablemente impulsado por su segunda esposa, doña Elina Pombo. Conocido como Palacio Devoto, la impresionante construcción jamás fue terminada y ni Don Antonio ni su esposa Elina habitaron en él. Muchas leyendas se tejieron en torno al objetivo de edificar el monumental palacio con supuestas aspiraciones reales. La verdad es que Don Antonio muere en mil novecientos dieciseis y su esposa en mil novecientos veintitres sin que todavía estuviese terminado. Construido sobre la Avenida Nacional (Salvador M. del Carril) y ocupaba una superficie de diez y doscientos treinta y ocho m², el proyecto le correspondió al arquitecto técnico Juan Antonio Buschiazzo. La orfebrería del palacio era de bronce y plata, la pintura de los techos descansaba sobre fondos de oro, los hierros eran forjados en Italia y los mosaicos fiorentinos jamás llegaron a ponerse y descansaban en cajas sin desempacar en el subsuelo del palacio en el instante del fallecimiento de Elina, quien al no tener hijos deja la suerte heredada de Antonio, a su hermano y hermanas quienes no sabiendo qué fin darle a este elefante blanco deciden venderlo. El comprador, quien pensaba establecer una clínica, ve su sueño frustrado y al procurar vender la edificación crea la historia de leyenda que este había sido construido para alojar al Rey de Italia. A principios de la década del mil novecientos cuarenta el imponente palacio Devoto es destruido, rematados sus interiores y su terreno subdividido en lotes .
Mejor suerte corrió la casa de fin de semana de Don Antonio Devoto, que ocupa la manzana comprendida entre la Av. Salvador María Del Carril, Gualeguaychú, N. York y Mercedes, donde hoy día marcha una escuela que lleva su nombre.
Entre las tantas viviendas resaltables de la temporada hay una cuyo exterior todavía se conserva y es la “Casa de la Villa”, de estilo itálico, donde vivió el inglés W. Huxable, con su familia. Tiene hermosos jardines realmente bien diseñados, con enrejado de la temporada y una perfecta iluminación nocturna. Hoy día es utilizado como salón de fiestas (calle Gualeguaychú cuatro mil cuatrocientos).
Aún se conserva una parte de lo que fuera la quinta del inglés John O bien. Hall, conocido por su invernadero de orquídeas, las mejores internacionalmente. Este inglés se dedicó a la importación y comercio de té y de whisky al por mayor con un enorme éxito comercial. Enamorado de la zona se estableció en el sitio. Muy solitario, no formó familia (puesto que aseguraba que el casamiento sería una traba para el cuidado de sus orquídeas). Era anglicano que se transformó al catolicismo, siendo un ferviente fiel al punto que habilitó una capilla que fue el primer lugar de oración pública en frente de su casa de Habana y Bahía Blanca.
Su Villa fue frecuentada por ilustres personalidades como el General Julio Argentino Roca, el Príncipe de Gales, el doctor Marcelo Torcuato de Alvear. Murió en mil novecientos treinta y seis donando su fortuna al personal de servicio y su vivienda a la Universidad de la ciudad de Buenos Aires para fundar allá la Escuela de Botánica. Fue indudablemente un enorme benefactor, y el día de hoy marcha en el sitio la Escuela de Floricultura y Jardinería la que dicta cursos al público interesado conforme el legado del señor John O bien. Hall y que lleva su nombre.
Como fue uno de los distritos predilectos de la colectividad británica, un conjunto de mujeres inglesas y norteamericanas crearon el Garden Club que consiguió su personería jurídica en mil novecientos setenta y ocho. Estos conjuntos se reprodujeron durante todo el país y el día de hoy el Buenos Aires Garden Club está afiliado a asociaciones afines de U.S.A., Latinoamérica y también Inglaterra.
Hoy en día, muchas familias adineradas y también influyentes de la Urbe radican en Villa Devoto.
Hombre de letras
El versista Olegario Andrade fue dueño de una quinta en la calle Asunción al cuatro mil.
Villa Devoto es uno de los distritos mejores preservados de la Urbe de la ciudad de Buenos Aires. Su aspecto verde y residencial lo hacen de uno de lugares más exclusivos y de mejor calidad de vida de la Urbe.

También podría gustarte Más del autor

Los comentarios están cerrados.