Historia del barrio de Saavedra

Fundación

Vista aérea efectuada en mil novecientos treinta y nueve.
Don Florencio Emeterio Núñez fue el dueño de las tierras en las que se halla en nuestros días el distrito.
Saavedra es el único distrito de la urbe que fue fundado formalmente con un acta de creación, la fundación se efectuó en el Parque Saavedra el veintisiete de abril de mil ochocientos setenta y tres, el acta de fundación se exhibe hoy en día en el Museo Histórico de la ciudad de Buenos Aires Cornelio de Saavedra, situado en el Parque General Paz, Don Florencio escogió el nombre de Saavedra al distrito en homenaje a Cornelio Saavedra (mil setecientos cincuenta y nueve-mil ochocientos veintinueve), presidente de la Primera Junta de gobierno, a lo largo de la Revolución de mayo de mil ochocientos diez.
Loteo de Terrenos
Desde la oficina de venta de lotes empezó a darle forma al trazado actual del distrito con la apertura de calles y el loteo de las fracciones.
Don Florencio instaló sus oficinas de venta de terrenos en la presente intersección de las avenidas Cabildo (en ese entonces llamada veinticinco de Mayo) y Crisólogo Larralde (en ese entonces llamada Acosta) la que era la única casa del distrito con vereda donde funcionaba su oficina de venta de lotes.
Saavedra fue, en su origen, un pueblo distanciado del centro de Buenos Aires.
Desarrollo del distrito por la llegada del ferrocarril
El desarrollo y el asentamiento masivo de vecinos, no obstante, no llegaría hasta febrero de mil ochocientos noventa y uno, con la inauguración de la estación Luis María Saavedra del Tren Central Argentino (el día de hoy TBA-Mitre). Por ese entonces, la geografía elevada del distrito, con lomas y barrancas, era atravesada verticalmente por el riachuelo Medrano, que formaba un enorme lago en el presente Parque Saavedra para desembocar entonces en el Río de la Plata (actualmente exactamente el mismo corre entubado bajo el bulevar García del Río).
Siglo XX
A inicios del siglo veinte, con la integración de los “pueblos” periféricos al tejido de la urbe, empezaron a instalarse en la zona abundantes guardes, fondas y pulperías. Para la década de mil novecientos veinte, el distrito adquirió cierto carácter marginal, cobijando en el área del presente Puente Saavedra ciertas casas de prostitución y juego furtivo. Ya a principios de la década de mil novecientos cincuenta, exactamente el mismo presentaba su fisonomía actual, poblándose de chalés, residencias de clase media y edificios de propiedad horizontal.

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