El próximo viernes 17 de Mayo, se conmemora el Día Internacional de la Hipertensión Arterial. Por eso, como parte de la campaña, año a año, se trata de concientizar más a los ciudadanos, a realizarse los estudios necesarios, tanto para prevenir, como para tratar esta enfermedad, que paulatinamente va avanzando en la sociedad.
Como lema de la campaña de concientización, desde ya hace unos años que se hace incapié en “Conozca sus cifras de presión arterial”. Al hacerse mediciones y controles regulares, se tienen más recursos, tanto para prevenir como para lidiar con esta enfermedad, que muchas veces por ignorancia o desconocimiento puede llegar a ser un gran enemigo silencioso.
La hipertensión arterial es un problema de salud que afecta a más del 30% de la población, de los cuales un número importante de personas no están tratadas y de aquellas que reciben tratamiento más del cincuenta por ciento no tienen las cifras de tensión controladas. La hipertensión generalmente no da síntomas, por eso es necesario que todos los adultos midan su presión arterial con regularidad y conozcan sus cifras.
Esta enfermedad es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, los accidentes vasculares cerebrales, la insuficiencia cardiaca, entre muchas otras.
Otro factor de riesgo que suele ir de la mano con la presión arterial, es la diabetes. Las personas con diabetes son un grupo con mayor riesgo de presentar hipertensión arterial. Más del 80% de los sujetos con diabetes tipo 2 tienen hipertensión, y por lo general necesitan mayor número de medicamentos para normalizar las cifras de presión arterial.
La dieta adecuada, baja en sal, la pérdida del exceso de peso, la realización frecuente de ejercicio físico y los chequeos correspondientes son fundamentales para el correcto control de la tensión arterial, así como también de la diabetes.
La hipertensión puede ser controlada cuando los valores son por debajo de 140/90 con modificaciones en el estilo de vida, siguiendo las indicaciones de los profesionales de la salud y con medicamentos eficaces y seguros. Pero se debe tener muy en cuenta que el tratamiento ayuda a controlar la presión arterial pero no cura la hipertensión. Si se abandona el tratamiento, la presión arterial volverá a aumentar por encima de 140/90 y con ello el riesgo de complicaciones cardiovascular.
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